Su papel es clave en Atlético Nacional, pero muy pocos saben su nombre

Atlético Nacional regresa al Atanasio Girardot este domingo para enfrentar a Deportivo Pereira en un ambiente festivo, celebrando su reciente conquista de la Superliga. Este título, que refuerza la grandeza del club, tuvo en Cristian Pellerano un papel crucial. Aunque muchos lo desconocen, Pellerano ha sido una pieza clave en la estructura del equipo como asistente técnico de Javier Gandolfi, su amigo y compañero de múltiples batallas, con quien compartió una sólida trayectoria tanto en la cancha como fuera de ella.

Pellerano, nacido en un ambiente futbolístico gracias a su padre Roberto, también futbolista profesional, y su hermano Hernán, comenzó a soñar con la dirección técnica desde joven. Tras su retiro como jugador, asumió su nuevo rol con gran pasión. “Tomé la decisión de ser parte de este cuerpo técnico y aprender todo lo que sea necesario. Hoy disfruto mucho de este nuevo lugar que me toca”, expresó, destacando su labor en el análisis y seguimiento de los jóvenes talentos de Nacional, entregando informes detallados a Gandolfi para proyectar a futuras estrellas del club.

La amistad con Gandolfi y su vasta experiencia en el fútbol sudamericano

La relación entre Pellerano y Gandolfi no solo es profesional, sino también personal. Su vínculo comenzó en Arsenal de Sarandí, donde ganaron la Suruga Bank, y se consolidó durante su etapa en Tijuana, donde celebraron un campeonato. “Fuimos campeones en México y pasamos felices. El respeto y la forma en que vivimos el fútbol fue lo que nos inclinó a trabajar juntos en esta nueva etapa”, recordó Gandolfi sobre su estrecha colaboración.

Pellerano, con una vasta trayectoria en el fútbol sudamericano, no es solo conocido por su trabajo como asistente, sino también por su éxito como jugador. En Independiente del Valle, se convirtió en mentor de grandes futbolistas, como Moisés Caicedo, Piero Hincapié y William Pacho, y celebró seis títulos en siete años, incluyendo tres Copas Sudamericanas. Su experiencia también lo llevó a levantar trofeos con Independiente de Avellaneda y Arsenal de Sarandí.

La familia, el motor que lo impulsa

El apoyo de su familia es fundamental para Pellerano, quien tiene un tatuaje con los rostros de su esposa, María Fernanda, y sus hijos Simón, Francesca y Ernestina. Esta motivación familiar lo mantiene enfocado en su nueva misión en Nacional: consolidar un equipo competitivo y llevar al club a la gloria, especialmente en la Copa Libertadores. Con la Superliga ya en el bolsillo, Pellerano y Gandolfi apuntan a más, con un liderazgo que ya se ha reflejado en la mentalidad ganadora del equipo.