El clásico entre Santa Fe y Nacional en El Campín tuvo todos los ingredientes para ser un partido memorable: goles, emociones, polémica y un final de infarto. El partido terminó empatado 2-2, pero la historia pudo ser diferente si el árbitro hubiera sancionado un penal a favor de Santa Fe en el primer tiempo.
Los jugadores y el cuerpo técnico de Santa Fe reclamaron airadamente una mano en el área de Nacional que el árbitro no consideró como penal. Mientras los jugadores locales se lamentaban por la decisión arbitral, Nacional aprovechó el desconcierto de la defensa de Santa Fe y montó un ataque que terminó en gol.
La jugada dejó a los jugadores de Santa Fe con lágrimas en los ojos y con la sensación de que el partido se les escapaba de las manos. Sin embargo, el equipo local no se rindió y siguió luchando por el empate.
Nacional, por su parte, demostró su calidad y efectividad para aprovechar las oportunidades que se le presentaron. El equipo 'verdolaga' remontó el marcador con un golazo de Kevin Viveros que dejó sin opciones al arquero de Santa Fe.
El partido fue un vaivén de emociones, con ambos equipos buscando el gol que les diera la victoria. Finalmente, el marcador no se movió más y el clásico terminó en un empate 2-2 que dejó a los aficionados con ganas de más.
Más allá de la polémica por el penal no sancionado y el golazo de Nacional, el clásico entre Santa Fe y Nacional fue un partido emocionante que demostró la pasión y el talento que hay en el fútbol colombiano. Este tipo de partidos nos recuerdan por qué amamos este deporte y por qué el fútbol es capaz de generar tantas emociones.
12/02/2025
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